martes, 9 de febrero de 2010

Manifiesto del Sr. Arín Dodó

Arín Dodó (Jungla Dispersa del Templo Hedónico) es un conjunto heterogéneo,
heterodoxo,
ecléctico e informal integrado por artistas plásticos, escritores, músicos y procesadores de
ideas que,
a diferencia de otros grupos, sus miembros no comparten necesariamente la misma
visión
y la misma valoración en la creación de sus obras.
Están de acuerdo en dejar fluir cada uno de ellos y de forma espontánea e instintiva sus
emociones
y sentimientos y mostrar al espectador las distintas sensaciones creadas sin ninguna
condición preconcebida
o prejuicio impuesto.
No hay censura, reglas o selección, y sí una total libertad de propuestas y posiciones.
Arín Dodó no es un movimiento; es una asociación libre de personas que a través
de distintas manifestaciones artísticas o quizás no tan artísticas
exponen su percepción particular de una utopía anarquista
(en el arte y en el no arte, pero no en lo social)
en la que toda expresión está permitida y no anula a otra que sea antagónica.
Se podría decir que los puntos comunes
(más ideológicos que artísticos)
son el mero disfrute en la realización y en la exposición de las obras
y la distribución libre y conjunta de las mismas,
para aprovechamiento interior de quien las contemple
y de quien quiera contribuir con su interés
y con su participación a dotar de vida propia a lo creado
por este conjunto de autores diversos.


Arín Dodó es un descendiente de la estirpe de los Kobold,
duendecillos de las leyendas alemanas
habitantes de la selva negra,
que se dedicaban a la mineria.
Cuando recogían el mineral,
despreciaban la mena, que es la parte valiosa del mismo,
y recolectaban la ganga, parte del mineral sin valor material.
Arín Dodó no está interesado
en las manifestaciones artísticas
bien consideradas,
le llama más la atención el arte marginal,
inservible,
el no- arte.
Rechaza radicalmente los conceptos clásicos de belleza;
los regidos por las proporciones áureas,
y propone una nueva forma de apreciar el arte y la música
en particular,
y la vida en general.
Desprecia la presencia de las musas y de los mensajes divinos
para procesar sus ideas,
que no las considera necesariamente “artísticas”.
Se conforma con productos vitalistas y enérgicos capaces
de sintetizar dopaminas y opiáceos de forma natural en el cerebro
para producir estados de intensa gratitud y satisfacción existencial;
buscando la inspiración en operaciones no elitistas y mecánicas
como “la limpieza del retrete de su casa, o guardando colas
y practicando otras actividades vulgares no remuneradas”,
en resumen,
tareas que puedan proporcionar un viaje interior
confortable e inusitado.
- Al levantarme, me miro al espejo, sonrio,
me pongo los guantes de fregar,
a ser posible, que no sean de látex,
y me dispongo a que me encuentre la inspiración
a la vez que se pierde la inmundicia y la sequedad
de la taza de un water doméstico
.
Eso es lo que asegura el Sr. Arín Dodó
Es además, pariente de “Bobo”,
personaje ambigüo y heterodoxo
con múltiples personalidades;
que para satisfacerlas tiene que viajar interiormente.
Él dice que no necesita visitar la playa,
el campo u otras ciudades,
si siempre tiene la ocasión de viajar
por el interior de uno mismo.

En el arte hay un impulso hacia la perfección,
que nunca se ve colmado por la presencia de restricciones
implicitas en el individuo.
Esto genera (causa) dolor,
que será eliminado si nos adentramos en la nada;
esto es, en la privación total de armonía.
Sólo hay timbre y ritmo.
Me refugio en el silencio parcial para ausentarme
de la angustia que produce la música “perfecta”,
al ser incapaz de realizarla.
El material empleado ultimamente en mis asociaciones de sonidos son los
elementos que me brinda la realidad
En la nada el tiempo es infinito.
En cambio, las fuerzas implicadas en la realización de una obra son finitas.
He aquí el “eterno retorno”; donde las ideas siempre confluyen en el mismo punto.
Se repiten una y otra vez.
Cada instante es eterno.
Comparto el concepto de asignar la misma importancia a todos los elementos que
forman parte de una construcción musical. Al igual que en una sociedad con tintes
anarquistas, una sociedad utópica (que no creo que pueda llevarse a la práctica en la
dimensión real, pero sí en la que yo me he creado), pero con ciertos matices
personales; todos los miembros son iguales, aunque al tiempo guardan una
individualidad. Cada uno aporta un rasgo distinto y provechoso para el conjunto.
Quizá no siempre la importancia e igualdad de cada elemento sea exacta, pero todos
aguardan pacientemente su momento, que para todos llega.
Con esto quiero decir, que según la situación, la tonalidad va fluctuando,
apareciendo y desapareciendo de forma caprichosa, quizás dependiendo del azar
objetivo.
Ese aspecto no me interesa, mi única preocupación ahora es el timbre y el ritmo,
junto a la melodía, no la armonía. Cuando digo melodía, no me refiero a ella en el
sentido más tradicional, sino simplemente como a una sucesión lineal de sonidos, no
vertical. Cualquier tipo de sonidos. La armonía que se pueda crear entre ellos es
totalmente fortuita.
Me hace gracia que mi nombre lo confundan
con el de un dictador africano comedor de niños,
y que además piensen que pertenezco a una secta.
Todo esto tambien lo asegura el Sr. Arín Dodó
Arín Dodó es un juego de palabras que procede,
precisamente, de la palabra K.O.BOLD
K.O.: dejar sin sentido ( traducción del inglés)
BOLD: descarado (traducción del inglés)
Separen vds. las dos últimas letras
de cada una de esas 4 palabras:
dej – AR, s – IN, senti – DO,
descara - DO
Después de recibir esta
lección magistral
sobre un no ilustre
y un no artista
inclasificable,
desdichado y exento de suerte;
prepárense para entrar en su sugerente universo
y disfruten
con una visión “singular” de lo que nos rodea.

Atentamente

J.G. Entonado & Arín Dodó

El "Brujo" que no embrujó y Perséfone la Hechicera

El pasado verano fuimos al Teatro Romano de Mérida, y tuvimos la ¿fortuna? de conseguir entradas para el espectáculo de Rafael Álvarez “El Brujo”, “El Evangelio según San Juan”.
No sé si mi gusto es extraño, o estaba demasiado lejos para apreciar el embrujo del lugar y de los intérpretes, lo cierto es que nos aburrimos enormemente. Ese sitio de 2000 años de antigüedad no fue suficiente para cautivarnos, y la representación que presenciamos no nos llamó la atención en absoluto. En cambio el público se lo pasaba en grande con los chistes sobre política y con referencias a la actualidad que se contaban… (no sé, tengo mis dudas, pero quizás desde el punto de vista artístico, utilizar esos chistes para conseguir a la audiencia es un reto demasiado fácil de alcanzar. Eso lo obtiene la TV todos los días sin necesidad de alquilar un escenario tan grandioso).
Quizás el problema está también en eso, en la elección del lugar para la representación de ese tipo de obra; quizá sea demasiado grande para poder apreciar los gestos y los detalles de la actuación del “Brujo” (que por otra parte hay que decir que es un actor brillante, se nota su soltura y su frescura arriba en el escenario). A lo que iba, quizás la equivocación ha sido la elección del lugar; ¿hubiera sido mejor esa misma representación en un teatro pequeño?; con un contacto más directo con el público, es posible que así se hubieran apreciado mejor los pequeños matices.

Hace 3 o 4 años vimos otra obra en ese mismo sitio (en el Teatro Romano de Mérida)… me causó una impresión totalmente distinta. Es más, creo que gracias a esa obra he podido ayudar a crear otra, llamada “El sueño de Samsa”, representada por Arín Dodó recientemente en Madrid. La obra que me influyó e impactó tanto fue “Perséfone”. Había un percusionista negro y musculoso dando porrazos a barras metálicas que empleaba como percusión, a parte de timbales y otros instrumentos; actores que corrían por el escenario como locos de un lado para otro, una actriz hablaba en griego, otra en español (era Emma Suárez, creo que se llama así) y también aparecía una voz en off hablando en inglés…
¡! Joooder!!, me quedé pasmado; me entraron ganas de gritar, saltar y correr al escenario para darle un achuchón a los actores y actrices para expresarle mi emoción. En resumen, la obra me hechizó. No entendí absolutamente nada en el momento…ni un carajo; me refiero al argumento de la obra, pero me daba igual, en esos instantes no lo necesitaba (me leí el texto unos días después; quizá si lo hubiera leído antes de la representación, hubiera disfrutado todavía más la obra; que sirva esto como sugerencia para los que la organizaron), la piel la tenía de gallina. Para mi sorpresa, hubo espectadores que al final abuchearon y dijeron que eso era una estafa.
Como he dicho al principio, tendré un gusto un poco raro, pero para oír chistes sobre política y cosas domésticas me quedo mejor en casa viendo por la tele al Gran Wyoming, no necesito desplazarme 2000 años atrás en el tiempo.
Sinceramente, me lo pasé bastante mejor viendo un partido del Atleti contra el Getafe en el Calderón que viendo al “Brujo” (y eso que nos empataron en el último minuto
- ¡! Lo que nos hace sufrir este Atleti!!)-;
y sinceramente también, no entiendo el empeño del público en querer comprender siempre de forma razonada lo que se cuenta y no se fijen nunca y desaprovechen la emoción que crea una obra menos convencional que hace aflorar sentimientos intemporales e irracionales, y que por supuesto, no necesitan de una localización determinada en el espacio y en el tiempo.
Parece claro que casi siempre se cumple lo que decía Paul Weller (el de The Jam) en una canción (That’s Entertainment): “el público tiene lo que el público quiere”. ¿Eso es el espectáculo?.


Atentamente


Arín Dodó

miércoles, 3 de febrero de 2010

ARQUITECTURA YT LITERATURA UNIDOS EN EL CÍRCULO DE BELLAS ARTES

EL CÍRCULO DE BELLAS ARTES, LA SECC Y EL PARQUE DE LAS CIENCIAS DE GRANADA PRESENTAN LA EXPOSICIÓN ARQUITECTURA ESCRITA.
Una reflexión en torno a las relaciones entre arquitectura y literatura

RUEDA DE PRENSA: 04.02.10. 12:00 h. Sala Picasso
Asistirán: Juan Barja, Director del Círculo de Bellas Artes, Xosé Luis García Canido, Director de Proyectos de la SECC, Ernesto Páramo,
Director del Parque de las Ciencias de Granada, y Juan Calatrava y Winfried Nerdinger, comisarios de la muestra.


04.02.10 > 16.05.10. Sala Picasso

Organizan: CBA, SECC y Parque de las Ciencias de Granada
Comisarios: Juan Calatrava y Winfried Nerdinger

El Círculo de Bellas Artes, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), bajo la coordinación del Ministerio de Cultura, y el Parque de las Ciencias de Granada presentan la exposición Arquitectura escrita que aborda la estrecha relación que desde las primeras culturas históricas hasta la modernidad más reciente ha existido entre Texto y Arquitectura, entre escribir y construir, y pretende impulsar el conocimiento y la reflexión sobre estos fructíferos intercambios, presentando, de modo riguroso y visualmente atractivo, algunos de los aspectos principales de esta compleja relación.

La muestra abarca casi 2.500 años de historia, desde la Antigüedad clásica, pasando por la Edad Media, el Renacimiento, el Barroco o el siglo de las Luces, hasta la literatura contemporánea, que concentra el mayor número de proyectos aquí representados. Los textos y los géneros que se tratan son también muy diversos: textos sagrados (el Templo de Salomón), reflexiones paisajísticas (Plinio), cuentos y narraciones de lo maravilloso (Las mil y una noches, Amadís de Gaula...), utopías y contra-utopías (desde Platón a Tomás Moro o Campanella, hasta llegar a Morris, Zamiatin, Jünger u Orwell, pasando por Swift), visiones religiosas (Teresa de Jesús), poemas (Milton), obras dramáticas (García Lorca) y, sobre todo, novelas o textos narrativos de escritores de los siglos XIX y XX (Goethe, Stendhal, Balzac, Verne, Stoker, Fontane, Clarín, Roussel, Hesse, Rilke, Borges, Perec, Eco…).


Área de prensa
Círculo de Bellas Artes
C/Alcalá 42
C.P. : 28014
tfno. 913892500 ext. 402/401